Partimos de la Oficina de Turismo Central de Lloret de Mar, situada en la avenida de Les Alegries, 3, y vamos a buscar la salida este de la ciudad, cruzando Lloret y tomando la carretera GI-682, siempre en dirección a Tossa de Mar.

Cruzamos Tossa de Mar y seguimos por la misma carretera en dirección a Sant Feliu de Guíxols. Aquí comienza una de las mejores carreteras de costa de toda Europa, con magníficas vistas sobre el mar, altos acantilados, espectaculares calas de la Costa Brava y un terreno con constantes ascensos y descensos que nos permitirán calentar bien nuestras piernas si la recorremos con intensidad.

En el kilómetro 21 encontramos el desvío en dirección a la ermita de Sant Grau. Es el punto donde se inicia la ascensión al puerto de Sant Grau, con formidables vistas sobre el litoral y de exigencia considerable, con alguna rampa del 14%.

Una vez escalado el puerto iniciamos un rápido descenso hasta Llagostera. Al dejar atrás la población tomamos una tranquila carretera vecinal que nos llevará a enlazar con la carretera GIV-6612, que conduce a Sant Martí de Romanyà, donde se llega tras una singular ascensión, entre alcornocales, por un paisaje típico del macizo de Les Gavarres.

Una vez superado el puerto, un agradable y tranquilo descenso nos llevará hasta Calonge, de ahí, a Platja d’Aro y, rápidamente, a Sant Feliu de Guíxols. Aquí volvemos a tomar la GI-682 en sentido inverso.

Llegamos a Tossa de Mar y tomamos la carretera que nos llevará a Lloret, punto de inicio y final de la ruta.

Conviene tener en cuenta que durante los meses de temporada alta de turismo de playa, la carretera GI-628 deja de ser una carretera secundaria para convertirse en el acceso a la playa, por lo que tiene un tráfico muy denso en esta época. Deben evitarse los fines de semana a partir de la segunda quincena de junio hasta la segunda quincena de septiembre, así como todo el mes de agosto.